No logro acostumbrarme a la mascarilla. Cuando la veo tengo una sensación extraña, por un lado sé que tengo que llevarla, que me protege, pero por el otro lado veo la sombra de la pandemia, de una realidad que nos está cambiando a todos, al mundo.
Por no contaros lo que significa llevar gafas y mascarilla a la vez, es toda una ODISEA, el otro día confundí manzanas con peras y saliendo del súper por poco me doy de bruces contra el suelo. Gafas empañadas y humor alborotado.
De todos modos es momento de parar a respirar, contar hasta diez antes de echarlo todo a perder y cambiar el chip. Es por eso que he decidido darle color a este momento tan oscuro. ¿Debo taparme la cara? Pues que sea con glamour. Voy a comprarme una mascarilla para cada look, bueno bien… tampoco exageremos, pero si quiero una lisa para ir a trabajar y una de colores para salir con mis hijos a la calle.
En MISAKO hemos sacado una colección de mascarillas precisamente de estas, de las que os hablo más arriba: de colores, para cada estado de ánimo, pero sobre todo alegres. ¡Muy alegres! Se trata de mascarillas hechas aquí en nuestro país, reutilizables y homologadas por la Asociación de Investigación de la Industria Textil (AITEX) y calificadas como FFP1 ya que las FFP2 las dejamos para los más vulnerables, entre ellos Sanitarios y demás personas al frente del virus.
Tenemos dos tallas, por si quieres hacer tándem con tus hijos.
Son tiempos difíciles, duros y tremendamente inciertos. Pero no podemos permitir que nadie nos robe la alegría y las ganas de salir. En MISAKO estamos Ready to go out con nuestras mascarillas. ¿Y tú?